

Colocó un anuncio en la web en el que se que se ofrecía como ilusionista para crear narraciones visionarias a partir de las creencias del cliente. Una historia personalizada que siendo ficción, y eso quedaba claro en las condiciones del servicio, bajaría el nivel de angustia y dejaría a quien recibiera el relato en la más plácida sensación de confianza en el futuro.
Para su sorpresa comenzó a recibir llamadas. A una mujer que creía en el poder de los sueños, le inventó una historia mítica en donde la clienta era la heroína y vencía a todos los demonios de sus pesadillas. Un hombre viudo que creía en la Ciencia recibió un cuento teorema que le daba la razón en todas sus suposiciones e hipótesis acerca de la vida después de la muerte. Una viejecita devota de la Virgen de Fátima era llevada por ángeles a cumplir la misión de revelar al mundo un cuarto misterio hasta entonces desconocido.
Poco a poco la fama del Ilusionista se fue extendiendo por la región y sus clientes quedaban satisfechos y agradecidos, excepto alguno que otro político, creyente en sus ideas y buenas intensiones, que al escuchar la historia sobre el éxito de sus medidas y reformas para el bien común, salía desilusionado, porque la magia de la ilusión funcionaba si realmente se creía en aquello que se decía creer.
prova 2: aprovado
ResponderEliminarNeri, lindo cuento, felicidades. Hablas de la creatividad con una claridad extrema. Los permiten que sus sueños alteren sus latidos aunque ese sueño sea contado por otro, son creadores y sin duda, capaces de sanar en parte heridas y destino.
ResponderEliminarBesos.
Me encantó el cuento, casi que paralelamente se une a la ley de la atracción. La imaginación induce a vernos reflejado en el apesar de que es ficción..... Felicidades Neri
ResponderEliminar"lo mejor que tenía que ofrecer era su capacidad de crear..." Me ha dado en el clavo. Besos!
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