viernes, 9 de julio de 2010

Canción de cuna para Iratxe

Mareta, mareta, ahir vaig somiar
que una nineta em vares comprar
i jo la tenia, i jo li cantava
la nina plorava que tenia son
.

He tenido la valiosa oportunidad de escuchar un par de veces a Arelys Regnault en una cálida conferencia sobre la importancia de la canción de cuna en el desarrollo integral del niño y la niña. La primera, en la celebración de los 20 años de la Escuela de Música San Antonio de los Altos y en otra oportunidad, en el I Encuentro de Educación Inicial en la misma ciudad.

Sabemos que a finales del segundo trimestre de gestación, el bebé ya puede percibir los sonidos procedentes del exterior, sin embargo, incluso antes, tendrá lo que Arelys llama su primera sala de conciertos, que no es más que los sonidos orgánicos procedentes del interior del cuerpo de la madre. Estos sonidos nos invitan a la polirítmia, formándose todo un ensamble compuesto por la voz y respiración de la madre, sonidos acuosos del líquido amniótico, percusiones del latido cardíaco, etc. Motivo por el cual la musicoterapia utiliza ciertos estímulos sonoros, que podemos encontrar también en la vida cotidiana, y que generan evocaciones y estados regresivos que conducen a la relajación.

La frecuencia de los diferentes sonidos influyen directamente en diversas zonas del cuerpo, por ejemplo, los sonidos agudos trabajan más a nivel cerebral, los medios  a nivel emocional  y los graves a nivel orgánico sobre todo a nivel del bajo vientre. El método Tomatis asocia el registro medio con el lenguaje y la comunicación. Podríamos entonces conectar los problemas de lectoescritura, cada vez más frecuentes en las aulas, con la calidad de la escucha a nivel del oído medio y la emisión vocal. Una de las premisas básicas del método es que la voz contiene sólo lo que el oído capta, así, no se podrá reproducir con la voz un espectro mayor del que el oído puede escuchar. Por lo tanto para conseguir una mejor fonación es imprescindible una adecuada  y consecuente estimulación auditiva. 

Recordemos que el canto requiere de dos partes diferenciadas, la melodía y el ritmo. Un niño que cante por encima del tono que tiene de referencia, muestra un tono muscular excesivamente alto, mientras que un niño que cante por debajo del tono correcto seguramente refleja en su tono muscular más bien laxitud. Por otra parte el ritmo puede verse trastornado por una cantidad de problemas orgánicos, traumatismos posteriores al nacimiento o por saltarse alguna etapa del desarrollo motor. La buena música en general, podría ser utilizada como elemento de estimulación auditiva, la canción de cuna tendría el plus de generar un fuerte vínculo emocional entre el bebé y su cuidador, recalca Arelys, ya que incluye la posibilidad del contacto visual y la caricia, en la manera de tomar en brazos al bebé. Yo agregaría que es  además precisamente esta manera de sostenerlo, de balancearlo y de establecer ese intercambio físico a través de las vibraciones que produce el cuidador al cantar, lo que inscribe en la estructura tónica y emocional del bebé la huella profunda de estar bien contenido y  amado, que después facilitará la evocación inconsciente de esos momentos través del movimiento propio y el ejercicio vocal.
En cuanto al género musical, hay muchas y muy variadas piezas, desde las tradicionales latinoamericanas que todos conocemos hasta la fantástica Summertime de la cual se han hecho las más insólitas versiones y que es la canción de cuna que le canta la nana negra al niño blanco. Dejo aquí también una de mis favoritas del Maestro Otilio Galindez, Mi tripón.

Cada vez que Arelys nos cantaba una canción se producía un silencio casi melancólico, porque quizás la canción de cuna nos cante algo sobre la pérdida, de cuando éramos juntos y no separados de la madre,  pero también nos da la posibilidad de que al cantarle al bebé nos cantemos a nosotros mismos y volvamos a la calma y a la unidad.

Hace unos días nació mi primera sobrina, creo que éste fue el motivo que me impulsó a escribir este post que ya algunas mamás amigas mías me habían solicitado. Recordé, haciendo una recopilación de canciones de cuna para regalarle, una canción de María Rita llamada Menina da lua que me conmueve un montón, será quizás, porque es cantada para una niña y no como ocurre generalmente para un varón. Así que espero tarareando con sentimiento, el momento de poder sostenerla en mis brazos y cantarnos esa canción. O quién sabe, tal vez me anime a escrirle, escribirnos, una.