jueves, 29 de abril de 2010

El niño cabeza de palma

A Lucas,
en su cumpleaños nº 9


Hace mucho tiempo, cuando era común ver la magia manifestarse sobre la tierra, una anciana Warao a punto de morir, enterró una semilla de palma moriche, considerada el árbol de la vida, junto con dos pepas de zamuro, una ramita de canela  y un puñado de granos de  pimienta. Cantó en el lenguaje del bosque tropical tan pausada  y tan sentidamente que una lágrima brotó de su ojo izquierdo y cayó sobre la tierra húmeda recién removida. La misma que le dio cobijo al amasijo durante 9 meses.

Es así como un día de primavera, nació el niño cabeza de palma, que tiene por ojos las dos pepas negras, color canela su piel y un carácter condimentado que a veces pica de alegría en la lengua. Nadie sabe lo que piensa, pero se dice que tiene la cabeza llena de pájaros y a veces en  los días soleados, se los puede ver entrar y salir de los largos cabellos de hojas extendidas,  mientras construyen los nidos donde el niño cabeza de palma  mantiene tibios todos sus sueños.

lunes, 19 de abril de 2010

¿Somos más libres ahora que hace doscientos años?

No pensaba escribir nada sobre el 19 de abril, pero una amiga que está con el llamado proceso revolucionario, puso en su estado del facebook un comentario algo ingenuo en mi opinión, sobre la revolución, la independencia, etc. Y no pude dejar de hacerme la pregunta que encabeza este post.

Yo me pregunto si estamos mejor ahora que siendo colonia española. Supongo que hay una ganancia en cuanto al reconocimiento de la dignidad  de todos los seres humanos, de la pretensión de igualdad y participación popular a nivel de discurso, aunque la pobreza, la exclusión, la polarización, etc,  nos dejen en las mismas. Supongo que es mejor que el saqueo de nuestros bienes y recursos no lo haga un extranjero europeo o estadounidense sino corruptos en todos los estratos sociales, pero eso sí,  locales, de los nuestros. Supongo que es mejor no ser subdito de un rey blanco y lejano, que idólatra de un dirigente vernáculo.

A lo largo de la historia, el ser humano se ha inventado y lo seguirá haciendo, diferentes formas de opresión. En este país hemos estado oprimidos por los colonizadores, los dictadores, las transnacionales, el mercado, el imperio, las luchas políticas. Doscientos años después de la firma del acta que antecede a la gloriosa  independencia del año siguiente, seguimos estando oprimidos, ahora por el hampa, la impunidad, el miedo, la escasez  no sólo de insumos sino también de ética y valores y aunque algunos ni siquiera se den cuenta, oprimidos por el consumo desmedido y la superficialidad.

Libertad es una palabra que nuestra boca pronuncia pero que nadie tiene la menor idea de lo que significa, nos rasgamos las vestiduras pidiendo libertad de expresión y no hacemos sino repetir discursos de otros que a su vez repiten discursos. No puede haber libertad de pensamiento donde hay adoctrinamiento e ideologización. No hay libertad de acceso a la información cuando la información está sesgada y manipulada. No hay libertad de transito cuando vivimos paranoicos y desconfiados por la calle.

Somos esclavos de nosotros mismos, quizás por eso algunos optan por el suicidio como única acción libre en la vida. Quizás la libertad  sólo venga con la muerte, a pesar de que para los cristianos, la iglesia todavía insista en la opresión después de la muerte con infiernos y purgatorios.

¿Libertad? ¿Cuál libertad? Libertad del adolescente que cree que por cumplir 18 años ya es libre. Cuando uno es verdaderamente independiente, no celebra cada año el día en que se fue de casa de su madre, uno hace su vida, madura, integra y hasta perdona. A mí que me digan apátrida o traidora pero es que esto de celebrar derramamientos de sangre, por muy necesarios que sean  para la formación identitaria me parece un exceso de tetosterona.  Quisiera tener en mi imaginario no sólo relatos de opresión, de cuentas pendientes, de autoafirmación bélica. Quisiera tener la sensación de que no me roban, la lluvia, el verdor, la primavera, de que no me roban abril.

jueves, 8 de abril de 2010

Desde la cama

El silencio y el reposo de la convalecencia me han dado en estos días la oportunidad de emprender miniproyectos creativos que tenía rezagados en favor de los quehaceres más urgentes y funcionales. Entre ellos está la apertura de un nuevo blog llamado Voces escarlatas del clan de la cicatriz, como si no bastara este hijo medio huérfano como para ahora engendrar otro. Por lo menos no serán hijos que reclamarán la negligencia de su madre, las ausencias, la falta de alimento. Ahora que lo pienso y siguiendo con el símil de la fecundidad, hubo un macho de mi especie portador de la semilla, que en este caso tiene que ver con la pregunta justa en momento adecuado.

Ocurrió un día de primavera de una manera muy simple, él me preguntó si seguía escribiendo y si todavía estaba interesada en el arte. Aquello fue como si la línea del tiempo se encogiera toda en un único punto que resumiera toda mi vida. Es difícil de explicar, algo así deben ser las iluminaciones o el instante último justo antes de morir, o el flechazo fulminante de Eros cuando te paras frente al otro y dices: “toda mi vida tiene sentido si era para llegar hasta aquí”.
Alguien que no me ha visto en 7 años, me devuelve una imagen de mí misma que recién ahora me atrevo a mirar. Si hace tanto tiempo mi interés me inclina hacia un lugar, ¿cómo es que todavía no me lo tomo en serio?

Entonces la semilla cayó en tierra fértil, brotó y dio fruto, no sé si va a ser al ciento por uno, pero  en todo caso en este tiempo pascual no quiero volver a pecar contra mí, en la acepción de pecado que significa desatino, poner la voluntad y la energía en una cosa equivocada. Y mira que cuesta, ya lo dijo Santa Teresa.
" Me tienen atada los pretextos del mundo y no puedo seguir la llamada de Dios."
Voces escarlatas del clan de la cicatriz  es un territorio que pretende convocar la voz de lo femenino mujeril, un espacio de encuentro entre valquirias que con sus palabras nos curan y dan hidromiel al alma cuando hemos caído en batalla.
Por lo pronto iré con mis pies descalzos por el bosque de palabras a ver qué me encuentro, espero que sean sabias brujas que me recuerden que lo único que quiero en la vida es ser soberana de mi propio destino. ¿Quién se anima?